Juegos para ejercitar la psicomotricidad en casa

 

Carmen Martínez es técnico en Educación Infantil y en este post nos va a dar unas pautas para trabajar la psicomotricidad de nuestros bebés durante su primer año de vida. Seguimos sus consejos 😉

Para poder comprender el concepto de “psicomotricidad” de una manera sencilla diremos que es una técnica que pretende desarrollar las capacidades del individuo tales como inteligencia, comunicación, afectividad y demás aprendizajes a través del movimiento.

Como su propio nombre indica, consiste en relacionar dos elementos: lo psíquico y lo motor. Supone hacer una lectura globalizadora de los procesos y adquisiciones motrices que marcaron la evolución del niño.

Para ello desde su nacimiento podemos desarrollar una serie de pautas y juegos con materiales y recursos que tenemos en casa. El objetivo es poner en práctica psicomotriz todo lo que está a nuestro alcance para conseguir una evolución en nuestros hijos en todos los aspectos posibles a la vez que afianzamos nuestra relación con ellos.

Gimnasio para bebés.

Gimnasio para bebés.

Todos tenemos en casa HERRAMIENTAS a las que podemos sacarle el máximo rendimiento y aprovechamiento, si las sabemos utilizar.

Para bebés de 0-6 meses nos valdría estimularlos con el móvil musical en la cuna, la mantita con instrumentos y actividades, el centro de actividad,  un sonajero y con instrumentos musicales.

Para bebés de 6-12 que ya se incorporan y necesitan más movilidad optaremos por juguetes de arrastre, balancines, pelotas blanditas, andadores y correpasillos, túneles, espejos…

 

Con el espejo empiezan a reconocerse.

Con el espejo empiezan a reconocerse.

También podemos poner en práctica TÉCNICAS en cada actividad rutinaria sin apenas darnos cuenta.

Por ejemplo, tras finalizar el baño, mientras lo secamos, podemos realizarles estiramientos con las rodillas, pies, levantamiento de brazos y cuello, pero siempre de forma lúdica, como un juego.

También podemos ponerle en el cambiador frente a un espejo para que él se vea y se vaya reconociendo, siempre hablándole y contándole.

Así, sin darnos cuenta estamos trabajando con ellos y ayudándoles a evolucionar de la mejor forma que podemos hacer los padres: con nuestro afecto.

La hora del baño es genial para ejercitar estas pautas

La hora del baño es genial para ejercitar estas pautas

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